viernes, 1 de abril de 2011

¿Por que Diotima es una mujer?

Un día largo me esperaba, después de salir a las 6 y 30 am de tu casa y saber que vas a regresar a las 23hs, lo menos que una puede hacer es llevar material de lectura en el bolso.

Me sacaron sangre, me hicieron orinar en un pequeño frasco, me pesaron, me midieron, me encerraron en un pequeño cuarto y me hicieron escuchar raros pitidos por un auricular, y entre muchas otras cosas tuve que correr (y luchar) para conseguir un lugar para sentarme mientras esperaba entre control y control. No, definitivamente el día no había empezado muy bien.

Luego, en mi viaje en colectivo de casi 2hs mi mente divagaba entre entrar a la oficina con una ametralladora y emular a un tercermundista y frustrado Terminator o enviar un telegrama de renuncia.

Me decidí por la segunda opción, es más aburrida, pero el día que caiga presa me gustaría que sea por alguna manifestación social y no por lunática.

Así que para sacarme las ganas, simplemente imaginé como sería y seguí con el viaje.

Después de despojarme de todas las cosas que tenía de la empresa, salí con mi frentecita bien en alto y volví a retomar viaje, esta vez hacia la facultad.

Llegar con una hora de anticipación tiene sus ventajas, ya era una mujer desocupada y por ende tenia todo el tiempo del mundo para leer, divagar y fingir que le había ganado la batalla a este mundo conformista. El libro en el bolso “¿Por que Diotima es una mujer?”, de David Halperin, resultó ser mi pasaporte a seguir viajando en esa silenciosa aula de Facultad.

De fácil lectura, Halperin se propone abordar la intervención de una mujer en el discurso platónico, y por qué es justamente Diotima la que inicia a Sócrates en los misterios del deseo masculino. A grandes rasgos, nos invita a descubrir la ausencia de Diotima, mas que su presencia, una necesaria ausencia femenina ocupada por un significante masculino, contra la cuál Platón define su nueva filosofía erótica.

“la mujer es ese seudo-otro que satisface lo que los hombres quieren y los exime de querer cualquier otra cosa; es una identidad masculina alternativa cuya accesibilidad constante a los hombres les presta una plenitud y una totalidad que los capacita para dar (supuestamente) con un total altruismo (…) construido como lo opuesto de la “masculinidad” según la lógica de “lo mismo pero diferente”(…)siguiendo esta lógica, descubrimos que desde la perspectiva del mundo masculino, al menos, no hay algo así como una auténtica feminidad. “mujer” y “hombre” son figuras del discurso masculino.”

Absolutamente recomendable, es pequeño pero contiene mucho y te brinda una perspectiva interesante par abordar los discursos del Banquete una vez mas, pero con otra mirada, esa afilada, que te hace picar adentro, ahí, donde importa.

Me despido con mi preferida, Virginia Woolf, quien ya en el año 1929 preguntaba: “¿tienen idea de cuántos libros se escriben sobre las mujeres en el transcurso de un año? (…) ¿son conscientes de que tal vez sean el animal mas estudiado del universo?”