miércoles, 30 de junio de 2010

Una de esas mujeres que paren nuevos mundos


Ramona, bordadora excepcional, era uno de los símbolos más emblemáticos del EZLN, esta mujer no sólo participó en la muy subversiva toma de San Cristóbal de las Casas por los indígenas del EZLN el 1º de enero de 1994, ella misma, fundadora del ejército rebelde, y uno de sus mandos civiles, el mando más alto del EZLN, fue una de las impulsoras de la Ley Revolucionaria de Mujeres.

La Ley Revolucionaria de Mujeres, alude al desfase entre las leyes escritas y la realidad social. En ella las mujeres de los Altos que la redactaron asentaron que las mujeres tienen derecho, sin importar su raza, su credo o su filiación política, a participar en la lucha revolucionaria, a trabajar y recibir un salario justo, a decidir el número de hijos que pueden tener y cuidar, a participar en los asuntos de la comunidad, a la salud, a la alimentación y a la educación, a elegir su pareja y a no ser golpeadas, y a ocupar cargos de dirección en la organización y tener grados militares: a todo lo que millones de mujeres como Ramona siguen sin tener.

A todo esto, después de llenar el Zócalo de gente que la aclamaba, de participar en la creación del Congreso Nacional Indígena en el Centro Médico Nacional, de poner a temblar al régimen, y de vencer a la muerte en un quirófano, Ramona se sorprendía, desde sus ojos como tizón oscuro y con su voz de pájaro en tzotzil, la lengua maya más musical de todas: "No sé por qué me quieren". No por poco el subcomandante Marcos la llamó antes de su salida a la capital en ese 1996 "el arma más beligerante e intransigente del zapatismo".

La Comandanta Ramona falleció el 6 de enero de 2006 a causa de cáncer en el riñón: “el mundo perdió a una de esas mujeres que paren nuevos mundos” y México perdió a “una de esas luchadoras que le hace falta”, así lo dijo el subcomandante Marcos en la ciudad de Tonalá.

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